Las fachadas de madera, ya sean revestimientos de machihembrado o cerramientos de tablas, están muy expuestas a las inclemencias del tiempo. Sufren, además, dilataciones notables por cambios térmicos o de humedad. Para evitar desconchados, es esencial que la protección que se aplique ofrezca la máxima elasticidad:
- Imprimación con aceite que nutre en profundidad: en coníferas propensas al azulado, con la imprimación antiazulado ADAO; en maderas ricas en taninos, como roble o castaño, LINUS 233-Aceite de fondo para roble; en otros tipos de madera, con el aceite de fondo DUBNO.
- Acabado con la lasura para intemperie KALDET 281. Como alternativa, también pueden aplicarse directamente 3 manos de ALIS, sin imprimación previa.